El silvestrísimo es una actividad largamente practicada en nuestro país, de hecho se dice que hace más de cien años que se viene practicando, y siempre con un gran número de aficionados dispuestos a mantenerla como un arte tradicional.
Porque para quienes lo practican, el silvestrismo es realmente un arte, una forma de ensalzar la belleza natural de los pájaros silvestres; como si de un canto a la naturaleza se tratara.
Si tuviéramos que resumir en puntos esta actividad, lo haríamos de la siguiente manera:
- Captura y preselección.
- Cría y educación para el canto.
- Selección de los mejores ejemplares.
- Participación en los concursos de canto.
Se trata por tanto y resumiéndolo brevemente, de una forma de convivir y disfrutar de la naturaleza.
JILGUEROS
Es sin duda uno de los pájaros más llamativos de nuestro continente, gracias al colorido de su plumaje. Su presencia en España es bastante abundante, por lo que suele ser la principal estrella del silvestrismo.
En cuanto a sus características morfológicas, cabe decir que mide 12 cm de longitud desde lo alto de la cabeza hasta la extremidad de la cola, y 23 cm de envergadura. Tiene el pico cónico y delgado, del cual se vale para romper las semillas que le sirven como alimento.
Como hemos dicho, lo que más destaca en él es su plumaje: pardo por el lomo, blanco con una mancha roja en la cara (denominada madroño), otra negra en lo alto de la cabeza y un collar blanco bastante ancho.
Las alas son negras, con una franja amarilla. La cola también es negra, si bien cuenta con unas manchas blancas en los extremos, llamadas habas (su tamaño varía y en cuanto a su número puede ir de seis a diez). El vientre es blanco.
Apenas existe diferencia física entre sexos, si bien la hembra tiene la cabeza más redondeada, la mascarilla roja de menor tamaño y sus colores son más opacos.
Su hábitat principal son los países de la Europa Mediterránea, donde nace y donde suele pasar el verano; cuando llega el periodo de frío, allá por el mes de octubre, suele emigrar a África e incluso a determinadas zonas de España, en busca de mejores temperaturas. Su regreso siempre se espera para el mes de marzo.
Y es que es en este mes cuando comienzan a formarse las parejas para la cría, macho y hembra darán comienzo a su “historia” con un primer contacto que consistirá en una serie de caricias con el pico. Más tarde, el macho ofrece el alimento a la hembra, antes de que ambos comiencen a construir el nido, en el extremo de una rama sobre el vacío.
Si algo destaca en el carácter del jilguero es su gran instinto sociable; es muy difícil verlos en solitario soliendo asociarse en bandos, que se mezclan habitualmente con los que forman los Pardillos. Un instinto sociable que persiste durante el período de nidificación; se instalan en pequeñas colonias, en los jardines y en los huertos, y se contentan con un pequeño territorio alrededor del nido.
El jilguero es sin duda una de las aves más valoradas por el aficionado al silvestrismo gracias a su gran capacidad para el canto.
PARDILLOS De gran presencia en todo nuestro país, el Pardillo es un ave que ha demostrado unas capacidades cantoras enormemente grandes.
Su coloración base en marrón y sus diferentes tonalidades grises, le dan un porte sumamente elegante, que se “anima” con las evidentes marcas rojas situadas en la cabeza y en el pecho (sólo en el macho).
En cuanto a su tamaño, el pardillo mide unos catorce centímetros desde la punta del pico hasta el extremo de la cola y dos decímetros y medio de envergadura.
Gusta de regiones templadas, zonas de matorrales, tierras de cultivo, marismas y prados. Suele realizar su nido a baja altura, tan siquiera a unos centímetros del suelo, sobre maleza, matojos e incluso pastos altos.
Acostumbra a formar ruidosas bandadas que podremos ver en tierras de labor con setos, en viñedos, huertos con frutales... Y en la mayoría de los casos le oiremos cantar en “coro”, puesto que se trata de un ave gregaria.
El pardillo es muy conocida como ave de jaula, donde se reproduce con relativa facilidad, incluso puede ser cruzado con el canario, dando lugar a un híbrido conocido como “mixto de pardillo”.
Puede educarse con relativa facilidad, por lo que es muy apreciado en el silvestrismo.
VERDERONES
Si hay un ave habituada a la vida con el hombre, esta es el Verderón; hasta tal punto es así que actualmente resulta muy difícil encontrarlo en cualquier zona alejada de la presencia humana. Y aunque nos parezca extraño, esto se marca aún más durante la temporada de cría, cuando prefieren quedarse en los jardines y huertas que estén cercanas a poblaciones.
Tal vez este hecho sea la razón principal por la cual el número de verderones ha crecido notablemente en estos últimos años. El hombre les proporciona gran cantidad de alimento (semillas, cacahuetes...) de fácil acceso, que favorece su crecimiento y repoblación.
Su tamaño y forma es muy similar a la del gorrión, con plumaje verde y manchas amarillentas en las remeras principales y en la base de la cola. Las hembras tienen en general el color más apagado y manchado de pardo.
Se trata de un ave muy sociable, que tiende a criar en colonias de número reducido. Esta sociabilidad provoca que el verderón cuente con un vocabulario enormemente extenso.
LA CAZA
A la hora de capturar las aves antes mencionadas y si realmente deseamos obtener resultados, lo primero que deberemos tener en cuenta es el lugar donde vamos a desarrollar esta actividad. Sin duda una elección acertada supondrá en gran medida la diferencia entre obtener o no resultados.
Para ello lo primero que deberemos hacer será analizar el terreno; buscar las zonas donde existe alimento, así como los bebederos y las zonas en las que duermen los pájaros. Todos ellos nos darán datos sobre los lugares de paso de las aves, que serán sin duda los que mejor resultado nos darán. Siempre será preferible buscar una zona despejada, de hierba baja.
En este sentido debemos tener en cuenta que los pardillos gustan de ramos pequeños, de unos 40 cm. de alto; mientras que jilgueros y verderones prefieren las ramas altas sueltas.
Cabe realizar mención especial de los reclamos y cimbeles.
El reclamo es el ave que utiliza el cazador para llamar a los pájaros cuando los oye volando, de su inteligencia y capacidad de atracción dependerá en gran medida la obtención de resultados. Un buen reclamo es aquel que continúa con su canto aunque los pájaros que se han posado cerca de él estén callados.
Evidentemente conseguir que esto sea así requiere una larga y trabajosa labor de adiestramiento; teniendo en cuenta que no debe igualarse el “saber cantar” con el “saber cazar”.
El cimbel es el ave o figura de la misma que se emplea con una cimbelera (también llamada cimbel), esto es, un cordel que se ata a la punta del cimillo, donde se pone el ave que sirve de señuelo para cazar otras.
Resulta prioritario que el comportamiento de este pájaro sobre la cimbelera sea lo más natural posible, para lo cual se requerirán largas jornadas de adiestramiento.
MÉTODO DE CAPTURA
- LA CAZA CON RED
- RED ABATIBLE: se trata de una red que se cierra con violencia, por la acción del cazador tras posarse dentro de su perímetro las aves, atraídas por el cante de los reclamos y la acción del cimbel.